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Carolina del Sur llevó a cabo la ejecución de un preso mediante un pelotón de fusilamiento, marcando la primera vez en 15 años que se utiliza este método en EE.UU.

Brad Sigmon, un hombre de 67 años condenado por asesinato en Carolina del Sur, fue ejecutado el viernes 7 de marzo mediante un pelotón de fusilamiento, marcando la primera vez en 15 años que este método se emplea en Estados Unidos. Según Associated Press, la ejecución tuvo lugar en la cámara de la muerte estatal, donde tres funcionarios voluntarios de la prisión dispararon rifles desde una distancia de 4,6 metros (15 pies). Sigmon fue declarado muerto a las 18:08 horas.

El crimen por el que fue condenado ocurrió en 2001, cuando asesinó a los padres de su exnovia con un bate de béisbol en su casa en el condado de Greenville. Según los informes, su intención era secuestrar a la hija de las víctimas para pasar un fin de semana con ella antes de asesinarla y suicidarse. Sus abogados intentaron detener la ejecución, argumentando que el procedimiento de inyección letal en el estado carece de transparencia y que la silla eléctrica es un método inhumano. Sin embargo, el Tribunal Supremo de Carolina del Sur rechazó su apelación un día antes de la ejecución.

Sigmon pasó más de dos décadas en el corredor de la muerte mientras su defensa agotaba todos los recursos legales para evitar la pena capital. Durante ese tiempo, la aplicación de la pena de muerte en Carolina del Sur se vio afectada por desafíos legales y la escasez de los fármacos necesarios para la inyección letal. En respuesta, el estado modificó su legislación en 2021, autorizando métodos alternativos como la silla eléctrica y el pelotón de fusilamiento, lo que finalmente permitió la ejecución de Sigmon.

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Detalles de la ejecución

Según Associated Press, Sigmon ingresó a la cámara de ejecución vestido con un mono negro, con una capucha cubriéndole la cabeza y un objetivo blanco con un círculo rojo en el pecho. Los tiradores, ubicados detrás de una pared con aberturas, dispararon simultáneamente sin ser vistos por los testigos. La ejecución fue presenciada por familiares de las víctimas, su abogado y su consejero espiritual, además de un representante de la fiscalía, un investigador del sheriff y tres periodistas.

El impacto de los disparos hizo que el objetivo en su pecho se desprendiera, dejando una mancha roja y fragmentos de tejido en la herida. Testigos informaron que Sigmon respiró profundamente antes de los disparos y que sus brazos se tensaron tras el impacto. Un minuto después, un médico ingresó a la sala y confirmó su muerte tras examinar el cuerpo durante 90 segundos.

Aunque el pelotón de fusilamiento es un método poco común en EE.UU., ha sido utilizado en ocasiones previas. Desde 1977, solo se han registrado tres ejecuciones con este procedimiento, todas en Utah. La más reciente ocurrió en 2010 con Ronnie Lee Gardner. Otro condenado en Utah, Ralph Menzies, podría enfrentar la misma pena, aunque su caso sigue en revisión debido a su diagnóstico de demencia.

El regreso del pelotón de fusilamiento en Carolina del Sur

La reintroducción de este método de ejecución en el estado se debe a la falta de acceso a los fármacos necesarios para la inyección letal, lo que detuvo las ejecuciones durante 13 años. En 2023, la Corte Suprema estatal autorizó nuevamente la pena de muerte, lo que permitió que las ejecuciones se retomaran utilizando métodos alternativos como la silla eléctrica y el fusilamiento.

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Para evitar retrasos en los procesos de ejecución, el gobernador Henry McMaster firmó en 2021 una ley que permite a los condenados elegir entre la silla eléctrica y el pelotón de fusilamiento si la inyección letal no está disponible. Desde la reanudación de las ejecuciones, se han llevado a cabo varias sentencias con distintos métodos, incluyendo los casos de Freddie Owens, Richard Moore y Marion Bowman Jr.

Los defensores de la pena de muerte sostienen que el pelotón de fusilamiento es una forma rápida y efectiva de ejecución en comparación con otros métodos. Sin embargo, sus críticos lo consideran un retroceso en derechos humanos, argumentando que expone a los condenados a una muerte violenta y traumática.

Protestas y debate sobre la pena de muerte

La ejecución de Sigmon generó manifestaciones en contra de la pena capital. Afuera de la prisión, grupos de activistas portaban pancartas con mensajes como “Toda vida es preciosa” y “Ejecuten justicia, no personas”. Según AP, los abogados de Sigmon pidieron al gobernador McMaster que conmutara su sentencia a cadena perpetua, argumentando que había mostrado arrepentimiento y buen comportamiento en prisión. También señalaron que los asesinatos ocurrieron en un contexto de enfermedad mental severa. Sin embargo, la solicitud fue rechazada, manteniendo la postura histórica del estado, donde ningún gobernador ha conmutado una pena de muerte desde 1976.

El debate sobre la pena capital sigue dividiendo a la sociedad en EE.UU. Organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por el resurgimiento del pelotón de fusilamiento y advierten que podría ser adoptado en otros estados debido a la escasez de fármacos para la inyección letal.

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Futuro de la pena de muerte en Carolina del Sur

Carolina del Sur fue uno de los estados con mayor número de ejecuciones en la década de 2000, pero en los últimos años el número de condenados a muerte ha disminuido. Actualmente, hay 28 reclusos en el corredor de la muerte, aunque solo dos han agotado sus apelaciones y podrían ser ejecutados en los próximos meses. A principios de los 2000, más de 60 personas esperaban su ejecución en el estado, pero muchas sentencias han sido conmutadas a cadena perpetua o los presos han fallecido en prisión.

El estado ha anunciado su intención de realizar ejecuciones con una frecuencia de una cada cinco semanas, lo que marca un cambio tras años sin actividad en este ámbito. Sin embargo, el uso de la pena capital y los métodos de ejecución continúan siendo motivo de controversia en Carolina del Sur y en todo el país.

Fuente Infobae