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Geopolítica

Trump prometió, para el Día 1, firmar decretos para cerrar la frontera a inmigrantes ilegales e iniciar la mayor deportación en la historia de EE. UU.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha reafirmado su compromiso de implementar medidas estrictas contra la inmigración ilegal al asumir su segundo mandato. Entre sus promesas destacan el cierre de la frontera a inmigrantes indocumentados y la ejecución de la mayor operación de deportación en la historia del país, enfocándose en pandilleros y redes criminales.


Estas propuestas han generado preocupación en México, cuyo gobierno se prepara para enfrentar las posibles repercusiones. La embajada mexicana en Washington ha intensificado sus esfuerzos en áreas clave como migración, comercio y seguridad, anticipando un endurecimiento de las políticas migratorias y comerciales por parte de la administración Trump.

Además, la reciente crisis del cierre del gobierno en EE. UU. ha puesto de manifiesto las dificultades que podría enfrentar Trump para avanzar en su agenda, incluyendo sus políticas migratorias. Las negociaciones en el Congreso han evidenciado la mínima ventaja republicana y los desafíos para aprobar medidas controvertidas.

En este contexto, las comunidades de inmigrantes y los defensores de los derechos humanos expresan inquietud ante la posibilidad de deportaciones masivas y el impacto que estas políticas podrían tener en millones de personas que residen en Estados Unidos sin documentación legal. La implementación de estas medidas también podría afectar las relaciones diplomáticas y comerciales entre Estados Unidos y sus países vecinos.