Geopolítica
Los primeros deportados en llegar a Tijuana no son resultado de redadas de Trump, sino de acciones bajo la administración Biden

Tras la reciente toma de posesión de Donald Trump para un segundo mandato, varios migrantes fueron deportados por el puerto fronterizo de El Chaparral, en Tijuana, Baja California. Sin embargo, se confirmó que estas deportaciones no están relacionadas con las nuevas políticas del presidente estadounidense, sino que corresponden a personas detenidas desde la administración de Joe Biden, según informaron tanto los migrantes como autoridades mexicanas.
El martes, aproximadamente 100 personas fueron deportadas desde ciudades como Denver, Colorado, y Las Vegas, Nevada. Inicialmente, se creyó que se trataba de las primeras deportaciones derivadas de los nuevos decretos de Trump. Sin embargo, al regresar al puerto fronterizo, algunos de los deportados aclararon que llevaban más de un mes detenidos en Estados Unidos, mucho antes de la toma de posesión de Trump.
Deportaciones bajo la administración de Biden
Un vocero del Instituto Nacional de Migración (INM) confirmó que estas deportaciones formaban parte de procedimientos regulares de repatriación previos a las políticas de Trump. El secretario de Gobierno de Baja California, Alfredo Álvarez, reiteró esta información durante una conferencia de prensa con la gobernadora Marina del Pilar Ávila, explicando que no se trataba de deportaciones relacionadas con las nuevas órdenes presidenciales.
Álvarez añadió que las personas deportadas están recibiendo el mismo apoyo que se brinda a todos los connacionales en estas situaciones, incluyendo la opción de alojarse en el Centro Integrador «Carmen Serdán» o recibir ayuda para regresar a sus lugares de origen. Además, señaló que mantienen comunicación directa con el INM, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y el Consulado de Estados Unidos en Tijuana para monitorear cualquier cambio en los procedimientos derivados de las políticas de Trump.
Preocupación por las medidas de Trump
El presidente Trump ha prometido llevar a cabo la mayor campaña de deportaciones en la historia de Estados Unidos, con redadas previstas en escuelas, colegios e iglesias, lugares que anteriormente eran considerados «zonas protegidas». Esta decisión ha generado preocupación en México, especialmente porque los mexicanos representan casi la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó las nuevas medidas y enfatizó la importancia de proteger la dignidad y los derechos humanos de los migrantes. México también teme el impacto económico de estas deportaciones masivas, ya que las remesas enviadas por los migrantes equivalen al 4% del PIB, alcanzando un récord de 65,000 millones de dólares en 2024.
Mientras las nuevas políticas de Trump comienzan a implementarse, las autoridades mexicanas trabajan para garantizar una respuesta coordinada y evitar abusos hacia los connacionales deportados.