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Nueva York, Dallas, Seattle y otras 25 grandes ciudades de Estados Unidos se están hundiendo, según una nueva investigación

Nueva York, Dallas, Seattle y otras 25 grandes ciudades de Estados Unidos se están hundiendo, lo que pone en riesgo la integridad estructural de edificios, carreteras, represas y otras infraestructuras, según una nueva investigación publicada en la revista Nature Cities y reportada por CBS News.
El estudio, realizado por investigadores del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia (Virginia Tech), utilizó mediciones de radar satelital para visualizar el movimiento del suelo en las ciudades más pobladas del país. Los hallazgos indican que en las 28 ciudades analizadas, al menos el 20% de las áreas urbanas están hundiéndose, y en 25 de ellas, más del 65% del área presenta este fenómeno.

Se estima que más de 29,000 edificios se encuentran en zonas de “alto y muy alto riesgo de daño”, lo que indica una mayor probabilidad de daños en la infraestructura.
Las ciudades con el hundimiento más generalizado —afectando aproximadamente al 98% de su área individual— incluyen Chicago, Dallas, Columbus, Detroit, Fort Worth, Denver, Nueva York, Indianápolis, Houston y Charlotte.

El principal factor identificado es la extracción excesiva de agua subterránea. A medida que las ciudades en rápido crecimiento demandan más agua dulce, se extrae de los acuíferos subterráneos. Si esa agua se extrae más rápido de lo que puede reponerse, el acuífero puede colapsar, lo que provoca que el suelo sobre él se hunda.
Además, fenómenos meteorológicos extremos, amplificados por el cambio climático, también comprometen la integridad estructural de las ciudades, aunque este aspecto no fue incluido directamente en el estudio.

Los investigadores advierten que este riesgo a menudo se agrava en los centros urbanos que se expanden rápidamente y que la infraestructura puede verse comprometida silenciosamente con el tiempo, con daños que solo se hacen evidentes cuando son severos o potencialmente catastróficos.
Este fenómeno afecta a aproximadamente 34 millones de personas, alrededor del 12% de la población de EE. UU., y representa una amenaza latente para la infraestructura de estas ciudades.
Fuente: CBS News