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El cruce de migrantes por la selva del Darién disminuye en más del 93% a inicios de 2025

El flujo de migrantes que atraviesan la selva del Darién, la peligrosa frontera natural entre Panamá y Colombia, registró una caída del 93 % durante los primeros 23 días de 2025 en comparación con el mismo período del año anterior. Según cifras oficiales, únicamente 1,710 personas cruzaron la región en lo que va de enero, frente a las 23,099 que lo hicieron en el mismo lapso de 2024.
El Ministerio de Seguridad Pública de Panamá detalló en un comunicado que esta disminución representa una diferencia de 21,389 personas. La mayoría de los migrantes registrados en 2025 son colombianos, venezolanos, ecuatorianos e indios.
Inicialmente, las autoridades panameñas habían informado que 9,002 migrantes habían llegado al país entre el 1 y el 14 de enero. Sin embargo, una revisión estadística corrigió la cifra a 1,710 para los primeros 23 días del mes.
Impacto de políticas restrictivas
El Gobierno panameño atribuye esta reducción a medidas implementadas desde el año pasado, como el cierre de pasos no autorizados y la repatriación de migrantes mediante vuelos financiados por Estados Unidos. Estas acciones buscan frenar el tránsito irregular hacia Norteamérica, especialmente hacia Estados Unidos.
En 2024, Panamá registró 300,549 migrantes que cruzaron el Darién, lo que supuso un 41 % menos que el récord histórico de 511,103 personas en 2023. Sin embargo, la travesía por la selva sigue siendo peligrosa: al menos 55 migrantes murieron en 2024 debido a asaltos, ataques de animales, enfermedades o agotamiento. Las autoridades estiman que la cifra real podría ser mucho mayor debido a las dificultades para recuperar cuerpos en la densa jungla.
Cambios en las políticas de EE. UU. y su efecto regional
Por otro lado, las recientes políticas migratorias del presidente estadounidense, Donald Trump, también han influido en la reducción del flujo migratorio. La eliminación de programas que permitían a los solicitantes de asilo permanecer en EE. UU. mientras se resolvían sus casos, junto con redadas en lugares considerados seguros, ha desalentado a muchos migrantes.
Además, la suspensión de citas a través del programa CBP One ha generado incertidumbre entre miles de migrantes varados en la frontera norte de México, agudizando una crisis humanitaria y logística en la región.
Ante este panorama, las autoridades panameñas han reforzado su vigilancia en la frontera, preparándose tanto para una mayor caída en los cruces por el Darién como para un eventual aumento de personas que opten por regresar a Sudamérica.