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En Italia por primera vez, los presos tendrán derecho a intimidad con sus parejas en prisión

Italia da un paso histórico: Presos podrán tener encuentros íntimos sin supervisión policial
Por primera vez en la historia de Italia, dos reclusos han recibido autorización para mantener encuentros privados con sus parejas sin la vigilancia de un guardia, marcando un hito en el sistema penitenciario del país. Esta decisión surge tras una sentencia del Tribunal Constitucional que declaró “ilegítima” la privación de afectividad a los condenados.
Uno de los beneficiados es un hombre de 44 años, originario de Caserta, que cumple una condena de 17 años y 8 meses en la prisión de alta seguridad de Parma por su implicación en la criminalidad organizada. Su abogada, Pina Di Credico, impulsó la demanda tras la resolución del Constitucional en enero de 2024, que abrió la puerta a este derecho al considerar que la normativa vigente desde 1975 vulneraba los derechos de los internos.
Hasta ahora, cualquier visita en las cárceles italianas debía realizarse bajo la supervisión visual de un funcionario, lo que hacía imposible la privacidad y limitaba cualquier tipo de contacto íntimo. Con esta nueva sentencia, se reconoce que los presos tienen derecho a la intimidad con sus parejas, siempre que su comportamiento sea adecuado y no existan riesgos de seguridad.
Después de meses de lucha legal, el Tribunal de Vigilancia Penitenciaria de Reggio Emilia ordenó que la prisión facilite un espacio adecuado para el encuentro dentro de un plazo de 60 días. Hasta que se habilite una sala permanente, se deberá proporcionar una solución temporal.
Di Credico subraya la importancia de este avance: “La afectividad es un derecho fundamental, no podemos tratar a los presos como bestias en cautiverio y esperar su reinserción sin garantizarles un mínimo de humanidad”. Además, destacó que este derecho también impacta a las parejas de los reclusos, quienes sufren la separación y la privación de su vida conyugal.
Este fallo sienta un precedente, y la abogada ya ha presentado solicitudes similares para otros dos clientes. Uno de ellos es un recluso de la cárcel de Terni, quien busca ejercer su derecho a la paternidad con su pareja. Aunque aún se espera la implementación práctica de esta nueva medida, Italia ha dado un paso clave hacia una reforma penitenciaria que reconoce la dimensión afectiva y sexual de los internos.