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La administración de Trump demanda al estado de Maine por permitir la participación de atletas transgénero en deportes femeninos

El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una demanda civil contra el Departamento de Educación de Maine, acusando al estado de discriminar a las mujeres al no proteger la equidad en las competencias deportivas femeninas. Así lo anunció la fiscal general Pam Bondi este miércoles, en medio de una creciente confrontación entre el gobierno federal y el estado ubicado en el noreste del país.
Esta medida se produce luego de que el presidente Donald Trump firmara en febrero una orden ejecutiva que prohíbe a los atletas transgénero competir en equipos femeninos, lo que desencadenó un enfrentamiento directo con la gobernadora demócrata de Maine, Janet Mills.
La semana pasada, la administración republicana ya había amenazado con recortar los fondos federales destinados a las escuelas públicas de Maine si el estado no cumplía con la orden. Durante una rueda de prensa, Bondi argumentó que Maine está violando el Título IX, la histórica ley de derechos civiles que prohíbe la discriminación por razones de género en instituciones educativas que reciben fondos federales.
Por su parte, la gobernadora Mills respondió con firmeza, calificando la demanda como “el último y previsible ataque en una campaña sin precedentes para presionar al estado de Maine”. Mills defendió que esta disputa no se trata de deportes escolares ni de la protección de mujeres y niñas, sino de los derechos de los estados frente al gobierno federal.
El conflicto escaló en febrero cuando Trump, en un evento con gobernadores en la Casa Blanca, cuestionó a Mills sobre su postura ante su orden ejecutiva y la amenazó con retirar toda la financiación federal si no acataba la disposición. Mills, por su parte, respondió: “Nos vemos en la corte.”
Trump, quien regresó a la presidencia a principios de este año, ha endurecido su discurso contra la comunidad transgénero, convirtiendo este tema en un eje central de su agenda política y de sus órdenes ejecutivas. Además, ha prometido presionar al Comité Olímpico Internacional para que revise sus reglas sobre atletas trans antes de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Esta controversia se suma a la creciente batalla cultural que los republicanos han librado en torno a los derechos LGBTQ, especialmente en temas relacionados con menores y competencias deportivas, con miras a fortalecer su base electoral de cara a futuras elecciones.