Salud
Me sometieron a una cirugía por un supuesto cáncer de mama que en realidad nunca existió

La protagonista de esta historia tiene 35 años. Hace aproximadamente cuatro años, le informaron que tenía “nódulos cancerosos” en su seno derecho. La noticia fue devastadora y la sumió en una profunda tristeza, pero no permitió que eso la venciera. Tras múltiples exámenes, le recomendaron una cirugía como solución. Hoy, lleva una cicatriz que quedó como recuerdo de una enfermedad que nunca padeció. Comparte su experiencia para prevenir que otras mujeres pasen por lo mismo.
En varias ocasiones, esta mujer intentó compartir su historia con Listín Diario, pero siempre desistió. En esta sexta oportunidad, con determinación, ella misma llamó y dijo: “Debo enfrentar este miedo. Es mi responsabilidad contar lo que viví para evitar que les pase a otras mujeres”. Aunque su voz se quebraba al hablar, estaba decidida a ser valiente.
Luego de calmarse un poco, preguntó cuándo podía realizarse la entrevista. Se le dio total libertad para decidir el momento, respetando su tiempo y comodidad. Al final, optó por responder un cuestionario por estar fuera del país, asegurando: “Quiero aportar mi testimonio para que hombres y mujeres vigilen su salud. La ciencia es avanzada, pero los diagnósticos erróneos aún ocurren”.
Unos días después, envió sus respuestas. Tras hacerlo, llamó para añadir un detalle impactante: “Me acabo de hacer chequeos avanzados, como un PET Scan, y me confirmaron que nunca tuve cáncer. Estoy perfectamente sana. Esa fue la respuesta que recibí con asombro”.
El diagnóstico erróneo
Con la voz entrecortada, la mujer confesó lo mucho que aún le cuesta procesar lo sucedido. “No quiero culpar a nadie, pero a veces me siento responsable por no buscar más opiniones. Los médicos son humanos y los errores suceden, pero estos casos son muy delicados”.
Antes de su cirugía, le informaron que necesitaría quimioterapia o radioterapia como parte del tratamiento. Sin embargo, tras la operación, los médicos le dijeron que estaba completamente “libre de la enfermedad” y que no era necesario ningún tratamiento adicional, solo chequeos periódicos. Aunque este detalle le pareció extraño, confiesa que no lo cuestionó en su momento, posiblemente por desconocimiento.
Todo comenzó poco después de la pandemia. Tras recuperarse de un severo caso de COVID-19, decidió someterse a chequeos médicos completos. Durante una mamografía y una ecografía, los resultados indicaron la presencia de un “ramillete” de ganglios linfáticos sospechosos. La biopsia señaló que algunos eran cancerosos, y su médico no tardó en notificarle: “Tienes cáncer de mama”.
“Quedé paralizada al escuchar eso, como si me hubieran dicho que tenía fiebre. Pensé en mis dos hijos y supe que no podía rendirme. Tenía que luchar”. Apenas dos días después, aceptó someterse a cirugía.
La operación duró menos de dos horas, pero las secuelas la acompañan hasta hoy. Le extirparon numerosos ganglios, tanto de las mamas como de las axilas, lo que le dejó problemas de movilidad en su brazo derecho. A pesar de las dudas y el malestar físico, siguió adelante, creyendo que había superado el cáncer.
El descubrimiento inesperado
Un año y medio después de la operación, decidió buscar tratamiento en el extranjero por el dolor persistente en su brazo. Fue allí donde, tras múltiples estudios avanzados, descubrieron que nunca había tenido cáncer.
“Cuando me dijeron que no tenía células cancerosas, no me sorprendió. Tenía mis dudas, pero aún así, había una preocupación constante. Saberlo fue un alivio, pero también me hizo reflexionar sobre la importancia de buscar más opiniones”.
Un llamado a la reflexión
“Es fundamental no quedarse con el primer diagnóstico”, insiste la mujer. Aunque no guarda rencor hacia los médicos que trataron su caso, hace un llamado a los profesionales de la salud para profundizar en sus evaluaciones. “La ciencia no es perfecta, y los errores pueden salir muy caros. Mi mayor preocupación es que los resultados de la biopsia que me dieron quizá pertenecían a otra persona que no recibió atención a tiempo”.
Hoy, esta mujer comparte su historia como una lección de prevención y autocuidado. “Espero que mi experiencia sirva para que nadie más pase por lo que yo viví”.
fuente listindiario
