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Se suicidó en un hotel de Ecuador el futbolista uruguayo Mathías Acuña

El delantero uruguayo Mathías Acuña, de 32 años, quien llegó el viernes a la ciudad ecuatoriana de Ambato para cumplir la pretemporada con el club Mushuc Runa, fue hallado sin vida en un hotel, informó este sábado el portal Primicias.
Según anunció este sábado el presidente vitalicio del Musuch Runa, Luis Alfonso Chango, el futbolista se habría suicidado en la habitación del establecimiento hotelero en la que estaba hospedado en la ciudad de Ambado.
«Estábamos dialogando con el empresario del jugador Acuña, pero nos llevamos la sorpresa de que se quitó la vida», dijo Chango al diario El Universo, de la ciudad portuaria de Guayaquil.
El directivo añadió que había conocido, a través de las redes sociales, sobre los problemas familiares que tenía el goleador de 32 años.
El club Mushuc Runa expresó hoy sus condolencias a la familia y seres queridos del jugador, que fue fichado el año pasado y se convirtió en una de las figuras del club en la Liga Pro de 2024 al anotar 8 goles en 15 partidos. Además, la entidad se clasificó para la Copa Sudamericana.
El viernes, a su llegada a la ciudad andina de Ambato, donde su club ha programado el comienzo de la nueva pretemporada, Acuña expresó su deseo de cumplir un destacado año.
Acusación de maltrato sobre su expareja
No obstante, el pasado 23 de diciembre fue acusado por su expareja por presunto maltrato físico y psicológico. Tras la acusación y mientras se cumplía la investigación, Acuña debió usar un grillete electrónico.
«Lo hacen como medida cautelar, no por ser culpable. En este país las leyes son así: te ponen la tobillera (dispositivo de rastreo) por todo lo que sucedió anteriormente en otros casos y para que ellos (los servidores judiciales) tengan un control; pero repito, no por ser culpable».
El futbolista dijo que la tobillera electrónica le había dado «tranquilidad», porque su exapareja no podrá inventarse un eventual acercamiento ilegal, y porque le ha servido para «terminar esta relación tóxica de años».
«Estoy tranquilo, rodeado de los míos que me conocen y saben que nunca violenté a nadie. Tengo dos hijas mujeres y quiero que las respeten y cuiden como deben, nací de una mujer, no tengo nada más que decir», había dicho.
Lu Rodríguez, expareja del futbolista uruguayo, publicó en diciembre en la red social X: «Evité este momento por muchos años, por miedo, por respeto a sus hijos, por amor, porque más allá de todo el daño, de todo lo que mucha gente sabe que pasé, hizo oídos sordos».
«Todo esto se incrementó y se convirtió en violencia física. Sí, años lo aguanté. Llegó al punto de no tener vergüenza de pegarme delante de su familia, él lo sabe, su familia lo sabe, todos lo saben, pero la plata es lo único que los mueve», denunció.