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Una joven turista fue asesinada a disparos en Río de Janeiro; su auto se dejó guiar por el GPS y terminó en una favela

Diely Silva, de 34 años, fue asesinada el pasado sábado en Río de Janeiro. La contadora ingresó erróneamente -tras seguir los pasos del GPS- a una favela con el auto en el que se encontraba viajando, donde recibió múltiples disparos. El trágico episodio se produjo en similares circunstancias a lo ocurrido con el exsecretario de Turismo de Bariloche, quien sufrió dos impactos de bala.

Silva, que vivía en Jundiaí, en el interior del estado de San Pablo, viajó a la reconocida ciudad junto a otros tres amigos a fin de pasar la Navidad allí. El sábado, alrededor de las 21, pidieron dos autos a través de una aplicación, donde los cuatro se dividieron.

El conductor del vehículo en el que se encontraba la joven comenzó a seguir las instrucciones del GPS, y terminó ingresando a la la favela Vargem Pequeña, en la Zona Oeste de Río de Janeiro. Inmediatamente, el auto fue atacado a disparos por narcotraficantes, donde al menos tres impactaron el mismo.

En ese momento, Silva sufrió un balazo en el cuello, lo que le provocó una fuerte hemorragia. Además, el conductor -quien recibió un disparo en la espalda- logró salir de ahí y encontrarse con un patrullero, por lo que fue trasladado al Hospital Lourenço Jorge, en Barra da Tijuca. Afortunadamente, el amigo resultó ileso.
De acuerdo a las primeras informaciones reveladas por las autoridades, el asesino sería un menor de 16 años, quien habría huido de la escena del crimen.

El último posteo en sus redes sociales
Horas antes de la tragedia, la contadora había realizado una publicación en su cuenta de Instagram. En la misma, se puede observar una foto en la playa, junto con la descripción «Hola Río».
Tras la noticia, muchos usuarios residentes de dicha ciudad comenzaron a lamentar su muerte y a advertir a los turistas: «No vengan a Río de Janeiro». Además, otros pusieron que «no quieren conocer» el lugar, e incluso algunos dieron marcha atrás con viajes planeados: «Tengo un viaje para ir en marzo… ¡voy a vender la entrada del evento y a la mierda el pasaje! No vale el riesgo… RJ nunca más».